Descripción
Consumo: 1 cucharada tres veces al día (200 gr)
Función: Potente suplemento que crea propiedades antioxidantes, aumenta la formación de anticuerpos, eleva la actividad de los antibióticos y refuerza y eleva la resistencia del organismo a los cambios de temperatura.
Ingredientes Miel de Abejas, Jarabe de Maíz, Propóleo, Propilenglicol, Acido Cítrico, Acido Ascórbico.
El Producto
Miel
La miel, sin lugar a dudas, es el alimento energético por excelencia y un estupendo remedio para muchas enfermedades y dolencias. La espectacular acción positiva que ejerce sobre el organismo se debe a sus componentes, como los azúcares, oligoelementos orgánicos y minerales, las hormonas y las vitaminas, sustancias vivas que desempeñan un papel de poderosos catalizadores, capaces de liberar la energía contenida en potencia en otros elementos.
La miel, producto natural, es un alimento incomparable para los lactantes, niños, ancianos y reconstituyente para los deportistas y personas que se sientan fatigados. Además la miel es un producto que entra a formar parte de numerosas recetas de cosmética y belleza natural.
Se dice que el simple consumo regular de miel ejerce una acción positiva sobre los corazones castigados por el “stress” o el “surmenage”. La miel es una fuente de ahorro para un corazón fatigado. La miel aumenta la cantidad de glucógeno disponible en el hígado y ejerce una acción hepato-protectora.
La miel no necesita una digestión previa. Actúa muy favorablemente en enfermedades de estómago. Su consumo regular aumenta la tasa de la hemoglobina de la sangre al mismo tiempo que el peso del cuerpo. La miel es un sedante que actúa sobre todo el cuerpo.
Propóleo
El Propóleo favorece al organismo interna y externamente, dadas las variadas propiedades que posee en su composición y en la creación de anticuerpos.
Los beneficios del propóleo abarcan a todo nuestro organismo, desde nuestro aparato circulatorio, digestivo, respiratorio. Entrega propiedades que coadyuvan estimulando el sistema inmune, previniendo y tratando problemas como: catarros, gripe, resfríos, laringitis, bronquitis, asma bronquial, dada su composición donde posee propiedades bacteriostáticas, bactericidas y fúngicas, anestésicas, cicatrizantes, antirreumáticas y antibióticas.
Por esto puede usarse como coadyuvante en acné y herpes simples, aftas, heridas, y como regenerador del tejido celular. Su ingesta coadyuva en los procesos antisépticos de la mucosa bucal, También aumenta las defensas generadas por el estrés diario.
Vitamina C
La Vitamina C o enantiómero L del ácido ascórbico, es un nutriente esencial para los primates superiores y un pequeño número de otras especies. Es ampliamente sabido que su deficiencia causa escorbuto en humanos, de ahí el nombre de ascórbico que se le da al ácido.
Es también ampliamente usado como aditivo alimentario. El farmacóforo de la vitamina C es el ion ascorbato. En organismos vivos, el ascorbato es un antioxidante, pues protege el cuerpo contra la oxidación, y es un cofactor en varias reaciones enzimáticas vitales. De todas formas la vitamina C es una de las vitaminas que intervienen en el funcionamiento del sistema inmunológico, como lo hacen la vitamina A y la tiamina.
También es muy importante como vitamina antioxidante, lo que de una u otra manera protege a nuestro organismo de radicales libres u otras sustancias tóxicas. Por otro lado, al ser hidrosoluble, el exceso es fácilmente eliminado en la orina.
Las frutas, como los flavonoides, polifenoles o carotenos, entre otros, aportan la valiosísima función antioxidante de las vitaminas E y C. Al respecto, se ha demostrado su trascendente papel en la prevención de las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y el envejecimiento.